domingo, 2 de noviembre de 2008

PROYECTO MARGARITA: UNA COMUNIDAD VIRTUAL DE MAESTROS EN CO-FORMACIÓN


Por: Patricia M. Sarlé, Inés Rodríguez Sáenz y Susan De Angelis

El Proyecto Margarita es una comunidad virtual de educadores de niños de 3 a 5 años pertenecientes a escuelas infantiles de diferentes ciudades latinoamericanas.
Actualmente participan treinta y seis educadores pertenecientes a diez países. La comunidad de Margarita se constituye a partir de una investigación con “vocación participativa”, realizada a partir de “relatos” escritos por los maestros participantes y que se realiza íntegramente en la virtualidad, es decir, apelando a los recursos que las nuevas tecnologías de la información y comunicación brindan para la educación e investigación on line.

Introducción

En el marco de esta comunicación, se especifican las páginas virtuales propias del Proyecto Margarita que se han elaborado a lo largo de los dos años de inicio del mismo. Estos materiales son de tres tipos: a) Relatos producidos por cada uno de los maestros participantes b) Desarrollos teóricos de tipo instrumental que permiten abordar temas metodológicos o teóricos con respecto a la educación infantil y c) Documentos preliminares elaborados por el equipo de investigación en el marco del proyecto, que suponen la construcción de categorías conceptuales propias de una didáctica para la educación infantil, fruto de la confrontación entre empiria y teoría específicas de un proceso investigativo. La referencia a las páginas en las cuales se encuentra disponible esta información pretende ilustrar la elaboración colectiva de conocimiento que es posible generar desde la WEB, y promover nuevos procesos de construcción social al ofrecerlos a la discusión pública de quienes estén interesados en el tema.

Las prácticas de enseñanza en las escuelas infantiles. Una mirada desde Latinoamérica

La atención a niños menores de 6 años se desarrolla en Latinoamérica desde hace más de siglo y medio. Específicamente, siguiendo las orientaciones froebelianas, los primeros jardines de infantes comienzan a funcionar a fines del siglo XIX.
La divulgación de las escuelas infantiles va de la mano de diferentes educadoras que, como líderes carismáticas, son reconocidas en sus países, como quienes posibilitan la implementación de programas formales y no formales de atención a los niños pequeños y desarrollan experiencias didácticas adaptadas a las necesidades de los niños de cada país (Peralta, 2002; Sarlé, 2000).

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la extensión de las escuelas infantiles y su institucionalización, así como la promulgación de los primeros diseños curriculares, hace explícita la diversificación conceptual y de las prácticas. Esta diversidad comparativa que se vislumbra en la región se plasma en las definiciones de las propuestas curriculares para el nivel

A comienzos de la década del 90, se profundiza este distanciamiento entre teorías y prácticas, al sumarse los cuestionamientos sobre el tipo de enseñanza que se brinda en las escuelas infantiles, la función de los docentes y su capacitación para generar diferencia sustancial en los niños, especialmente en los que provienen de sectores populares (UNICEF-Chile, 2001).
En el marco de la sociedad de la información, los maestros encuentran en el dispositivo virtual de Margarita, nuevas maneras de socializarse en su rol que los resitúa como profesionales de la educación con capacidad de generar conocimiento científico sobre su propia práctica, a partir de la asunción paulatina pero creciente de decisiones básicas sobre el propio acto investigativo.

Los aprendizajes logrados, los desafíos metodológicos

A más de dos años de iniciado el proyecto, podemos reconocer algunos frutos de este proceso. En primer lugar, llama la atención la permanencia de los maestros a través del tiempo. Si bien la propuesta para el primer y segundo año de participación fue diferente, los maestros han permanecido dispuestos y atentos al curso que iba tomando la investigación y el proyecto en línea.

Se identifican tres momentos en los procesos reflexivos de los educadores participantes:
1. Los relatos sobre “Quiénes somos” y “Cómo es un día en el jardín”, reflejan una mirada más cercana a lo técnico como un registro ampliado de un cronograma de actividades que se realiza en el Jardín o un diagnóstico de la organización escolar.
2. La categorización por tipo de actividad, generó relatos más densos y particulares en cuanto a la particularidad de cada país.
3. La participación en el blog “expone” no solo la práctica sino las preguntas acerca de la práctica. El relato asume una textura muy diferente.

Perspectivas para la formación docente

La participación de los maestros en espacios formativos de trabajo de carácter virtual parece tener variadas fortalezas cuya potencia ameritaría futuras líneas de indagación y reflexión.

La participación en espacios formativos de carácter virtual y colaborativo, parece tener potencia para generar una ruptura con la “cultura de trabajo en solitario” característica de los entornos escolares latinoamericanos.

Otra perspectiva de indagación que abre esta experiencia se vincula con el proceso de crecimiento profesional que supone el involucramiento en proyectos soportados en tecnología informática en las que el sujeto tenga la posibilidad real de producir conocimiento. El proyecto Margarita mueve a la reflexión acerca de la manera en que los entornos virtuales cobran valor como nuevos espacios sociales en los que los maestros pueden formarse, y en las características de los “aprendizajes” que adquieren en dicho espacio.

www.educared.org.ar/infanciaenred/margarita

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