lunes, 20 de octubre de 2008

La Comunicación Digital:

LA COMUNICACIÓN DIGITAL:
NUEVOS AMBIENTES DE INTERACCIÓN EN LA FORMACIÓN
UNIVERSITARIA
Por: Silvana Comba y Edgardo Toledo


Introducción.
Estamos viviendo una época de cambios acelerados a la que se hace referencia, en distintos ámbitos –económico, político, académico, etc.- como sociedad de la información, sociedad del conocimiento y otra infinidad de términos (capitalismo tardío, post industrialismo, postmodernismo, sobre modernidad, etc.), según la procedencia de los discursos. En todos ellos, la denominada revolución de las tecnologías digitales de información y comunicación (TIC´s) ocupa un lugar preponderante y se destaca, como un aspecto decisivo, el papel clave que está jugando en nuestras sociedades la dupla conocimiento/tecnologías digitales. Y esto es así aún en países como los nuestros, en los cuales necesidades estructurales consideradas básicas como la salud y la vivienda están muy lejos de resolverse.

Hoy en día los usuarios de TIC´s estamos aprendiendo sobre y con tecnologías digitales creándolas, reconfigurando las redes en las que participamos, encontrando nuevas aplicaciones y usos no previstos por sus diseñadores. Estamos participando activamente en nuevos procesos sociales de creación y manipulación de símbolos.

Modos de conocer.

Hoy el saber se descentra en un doble sentido: de las instituciones que tradicionalmente monopolizaron el conocimiento (escuela, universidad, institutos, etc.) y de la tecnología del libro que se constituyó, a partir de la imprenta, en el eje privilegiado e indiscutido de acceso al conocimiento.

Ambos procesos (el uso y el conocer) se van influenciando constantemente en una relación dialéctica que por naturaleza es dinámica. Nos interesan los usos sociales de la tecnología, la invención de nuevas prácticas que modifican las tareas a partir de la interacción con las herramientas digitales. Los usos siempre están sujetos a intenciones, siempre tienen una historia, una procedencia y un desenvolvimiento en el devenir social.

Se trata de lo que varios autores especialistas en Internet denominan Web 2.0, la segunda generación de Web basada en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios, como las redes sociales, los blogs, los wikis o las folcsonomías, que fomentan la colaboración y el intercambio ágil de información entre los usuarios. Para OReilly “Una verdadera aplicación Web 2.0 es una que mejora mientras más personas la usan. Por eso, el corazón verdadero de la Web 2.0 es la capacidad de aprovechar la inteligencia colectiva.” (O’Reilly, 2004, durante un discurso en la Universidad de Berkeley). El uso de estas herramientas está transformando el concepto de acceso, diseño, organización e intercambio de información. La Web va adquiriendo, así, nuevas características que podríamos sintetizar en la presencia de: información más descentralizada, amplia diversidad de contenidos administrados por usuarios que no necesitan grandes conocimientos de informática, información en permanente cambio, software gratuito y comunidades que comparten y distribuyen conocimientos.

Nuevas situaciones comunicativas.

Para integrar las características comunicativas de las herramientas y las necesidades comunicativas del curso que estemos proyectando, es necesario prestar atención a varios factores:
1. Dirección de la comunicación. La comunicación mediada por ordenador (CMO) permite la creación de diferentes espacios comunicativos: de uno a uno; de uno a muchos; en grupos; de muchos a muchos. La necesidad de comunicación varía según estemos planteando tareas de tutoría, de colaboración entre pares, etc.
2. Interactividad. Las distintas herramientas difieren en la velocidad de transmisión de los intercambios dando lugar a la comunicación sincrónica o asincrónica. También ofrecen la posibilidad de múltiples direcciones comunicativas. La elección de determinadas herramientas dependerá de las dimensiones del grupo o de la necesidad de dinamismo o instantaneidad en la comunicación. O una combinación de comunicación asincrónica, que otorga más flexibilidad a docentes y alumnos, con comunicación sincrónica, que exige el cumplimiento de determinados horarios pautados y quizá ayuda a organizar mejor los tiempos y cumplir con plazos de entregas de trabajos a los alumnos.
3. Organización de la información. Las diferentes herramientas permiten la comunicación en una variedad de formatos: texto, imagen video, animación, gráficos, audio o combinación de diferentes códigos. Según el área temática que estemos trabajando, se privilegiarán determinadas herramientas para organizar la información necesaria.


El contexto de los procesos de comunicación.

Según Adolfina Pérez Garcías (2005) para lograr procesos comunicativos productivos en los entornos virtuales es esencial considerar una serie de aspectos que conforman el contexto de comunicación. Entre ellos, podemos mencionar:

- Las habilidades técnicas y comunicativas. Los procesos de comunicación electrónica requieren de un proceso de apropiación de las distintas herramientas por parte de los usuarios que implica la adquisición de las competencias necesarias para los usos previstos. El nivel y la frecuencia de las interacciones van a depender, en gran medida, de las habilidades comunicativas de los usuarios en el contexto en sí. En estos casos cumple un rol importante la tarea de un tutor que facilite la resolución de los inconvenientes que se puedan presentar en el uso de la plataforma.

- La percepción del entorno. La comunicación mediada por ordenador, especialmente la comunicación escrita, puede presentar niveles más altos de ambigüedad. Para algunos usuarios se reducen ciertos elementos de presión social, beneficiando el proceso de comunicación. Para otros, las relaciones se tornan demasiado impersonales.

- Las necesidades de comunicación. Nos referimos al valor que los alumnos otorgan a los intercambios comunicativos, los intereses o la motivación de los alumnos hacia la tarea.

- La disponibilidad tecnológica. Un adecuado acceso al sistema de comunicación durante el tiempo necesario para los distintos tipos de actividades. El acceso de los alumnos a los recursos tecnológicos va a influir de manera decisiva en la capacidad de participación y seguimiento de ciertas tareas. Por ejemplo, el trabajo colaborativo requiere un nivel de intercambios mucho más dinámicos y continuados entre los miembros del grupo, si lo comparamos con las relaciones entre profesor y alumno durante la corrección de un trabajo. En el primer caso la frecuencia de comunicación es mucho más continua, mientras que en el segundo puede ser más ocasional o esporádica.

Abandonos y falta de compromiso.

Un tema que aparece frecuentemente en los trabajos sobre e-learning es el relativo a cómo superar los abandonos y la falta de compromiso en la formación virtual. Kathy Sierra (2006), experta en capacitación corporativa, sostiene que es un error suponer que si el alumno está realmente interesado en un tema, no hay que preocuparse por incentivar su interés y motivación. En la búsqueda de las claves necesarias para motivar a los alumnos y generar entusiasmo por el aprendizaje, la especialista plantea:

Hay muchas maneras de conseguir el ansiado compromiso, y la mayoría de ellas suelen ser muy diferentes a las experiencias vinculadas al aula tradicional. Los juegos tienen mucho que enseñarnos en este punto, pero el error más grande es creer que necesitamos generar o utilizar juegos para comprometer a los aprendices con el proceso formativo, cuando apenas necesitamos aplicar algunos de los principios subyacentes que hacen de los juegos herramientas de integración.

La mayoría de las experiencias analizadas tienen un modelo de intervención docente fuerte, con roles bien definidos: tutores, contenidistas, asesores, coordinadores y otras denominaciones similares. En el caso de los tutores, son determinantes sus habilidades comunicativas para colaborar con el alumno en el recorrido del curso y, en muchas ocasiones, vincularse más allá de los temas específicos.

La importancia de la evaluación.

En la plataforma educativa hay dos tipos de cursos, los auto asistidos y los tutorizados. Los cursos autoasistidos tienen mayor cantidad de ejercitación y actividades evaluativos para que el propio alumno pueda medir su progreso en el conocimiento. En los cursos tutorados, la plataforma dispone de herramientas para generar evaluaciones (múltiple choice, respuesta sencilla, etc.); hay actividades de reflexión e investigación que esperan una respuesta del tutor y una evaluación final integradora presencial. A pesar de ofrecer distintas instancias de evaluación, el director ejecutivo de educativa sostiene que “el sistema de evaluaciones es un mundo muy amplio y cada cliente te pide un diseño nuevo. En este momento estamos intentando generar un subsistema de evaluación, de mejorar las alternativas que ofrecemos.”

Mientras que la evaluación ha cumplido fundamentalmente una función selectiva o capacitadora en la educación, debe ahora convertirse en una herramienta más de aprendizaje. Y si la educación virtual promueve una mayor autonomía y control de los alumnos sobre sus propios aprendizajes será necesario que alcancen esa autonomía también en la evaluación. Dentro del proceso de evaluación de las actividades cumple especial importancia la auto evaluación de la actividad realizada por los propios alumnos quienes, mediante el uso de distintas tecnologías digitales que facilitan los proyectos colaborativos, no solamente juzgarán sus trabajos sino también el de sus compañeros a través de mecanismos de comparación, lectura y comprensión.

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